Vivo en un mundo donde todo estaba lleno de color, donde todos danzan al compás del amor, pero ¿Por qué lloro? ¿Por qué estoy triste? Es que siendo hada, me enamore de un duende, el más hermoso de los duendes; lo vi al pasar entre las orquídeas y gardenias, el trabajaba, trabajaba en su faena, y yo poniendo brillos y bellezas a las flores su color.
Me escondo y lo veo:
¡Oh, hermoso duende! de cabello rubio y grandes dientes, de nariz redonda y labios prominentes.
¡Oh, Hermoso duende! que trabajas sin notar, que esta hada te mira sin cesar.
¡Oh, hermoso duende! que miro tus pequeñas manos y me imagino en ellas, sintiendo la aspereza de tus callos, por tanto trabajar, que son suaves en mi piel como seda en el mar.
El no sabe que lo quiero, no imagina que lo observo. Cada día y cada noche siento que lo pierdo, él en su vida lleno de trabajo donde solo los duendes pueden estar, donde ellos se juntan y no van mas allá, son criaturas pequeñas que solo trabajan y ya. Yo en mi mundo, lleno de magia y hermosos color, de bellos sabores y deliciosos olores, que solo y sin esfuerzos logro dar a las flores, al viento y los mares, los ríos y los cedros… ahora que lo pienso ¿Cómo puede amarme él? si mi belleza es mas inmensa que la luna, que mi magia es infinita como ninguna, ¿como un simple duende que se gana el trabajo con las manos, puede ver a una hada que solo hace magia?
¡Qué dolor, que dolor!… mi dolor es amarlo tanto. No razono y no creo que no me pueda amar, que yo siendo hada a un duende quiera besar, entregarme a sus ganas y amarnos como nadie más.
Hoy mi alegría es infinita, ni duende mi hermoso duende esta mañana me miro, me confundió con una flor y hasta una gran sonrisa me regalo.
-Te observado linda hada, he sentido tu delicioso olor, has danzado a mi alrededor, escondiéndote entre los manzanos y entre las verbenas, haciéndome confundir, con las violetas y las rosas – me dijo con su bella voz, quizá morir en ese instante, al ver que me toco… mi cabello y mis alas, me dijo que les fascino – eres mágica hermosa hada, dime algo: ¿puedes hacer cosas por mi?
-¿por ti? – le respondí con una pregunta porque no le entendí.
-Que tu magia me haga bello, para poder conseguir amor… nadie mira a este duende que por feo, no ven dentro de su corazón: que es gentil y amoroso que la soledad lo envuelve por no encontrar quien le de eso que llaman amor.
Sus palabras fueron tristes y me hicieron llorar, y mi duende tomo mis lágrimas y las llevo junto al mar.
-No llores hermosa hada, que este duende sabe mucho de lagrimas y soledad, a una hada tan hermosa no le queda bien llorar.
Sus palabras tan gentiles llenaron mi corazón, ese duende que ahora seguirá siendo mi amor.
Cada día lo miraba y mi duende me regalaba, un poco de su tiempo llenando más mi corazón. ¿Cómo digo que lo amo?¿Como digo que lo extraño cada noche a mi lado?
-Hermosa hada que a mi lado has estado, dime como hago para poder ser amado.
Me deja sin palabras, sin poder decirle que yo si lo amo, con su cara, con sus manos… solo quiero estar a su lado. -Siento que estas triste bello duende, ¿Por qué siendo tan gentil esta solo está tu corazón?
-¿Estás sola tu ahora? dime hada hermosa
Calle sin poderle decir que dentro de mi corazón algo me acompaña y eso es el amor que dentro de mi nació, al verlo cada día dedicado a su labor.
-Las hadas son hermosas y siempre están por montón, siendo un duende tan feo solo me quedo yo, solito muy solito… y sin nadie a mi lado que me vea con amor…
-No digas eso mi querido duende, que esta hada te dará amor…
-¿Cómo una haba tan hermosa a un duende le dará amor? Si la vida de las hadas es bella, glamorosa y un duende solo sabe de tierra y de labor.
-Mi adorado duende, que seré solo yo, no veas belleza en mis alas ni hermosura en mi magia, solo seré un ser amando a otro ser, por que el sentimiento cuando es puro, no sabe de belleza ni esplendor, solo nace crece y crece, si dos lo fortalecen, amándose sin importar que solo ellos dos.
-¿Mi linda y hermosa hada dime que puedes ver en mi?
-Amor mi amable duende, amor solo amor es suficiente, para quererte y estar a tu lado sin importar que eres duende y yo un hada de magia.
Y solo lo mire sonreír, cuando su mano llena de mugre por mi rostro impecable pude sentir.
Ahora solo danzo alrededor de mi duende, siendo el solo un ser de labor y yo con mi magia solo doy belleza, brillo y resplandor.
Pero nuestro amor no duro, porque las hadas me encontraron mientras un besos nos dábamos entre la luna y el sol, ahora yo sufro mi encierro, mi castigo por amor, siendo yo una hermosas hada y el solo un duende trabajador.