Playa y lluvia
Shuichi miraba emocionado por la ventana del auto, se encontraba fascinado por lo majestuoso de aquel mar, el cual era de un gran azul profundo donde se perdía a la distancia encontrando con un cielo casi gris rodeado de inmensas nubes cargadas de lluvias.
-Yuki, creo que lloverá – dijo el a su acompañante que sin ninguna expresión aparente solo le da un vistazo al cielo por el retrovisor de su auto.
-Uhhh… si eso parece – le dijo al muchacho fijando de nuevo su vista a la carretera que bordeaba la costa.
Le había pedido a su joven amante que lo acompañara a un pequeño viaje, que le serviría a tanto a él como al chico para acercarse un poco mas ya que los últimos meses habían sido tan difícil; él por cumplir con su trabajo después de tanto estrés ¿y Shuichi? Bueno, él se encontraba sumamente ocupado con la última gira de su grupo.
-¡Mira Yuki, mira las casa! – escucho al joven emocionado mientras le mostrabas un grupo de casas que se encontraban a unos pasos de la playa.
-Si, nos quedaremos en una de ella todo el fin de semana – le dijo al muchacho y lo miro con sus fríos ojos color ámbar.
Shuichi lo miro con ojos enamorados, casi se le podían ver dos corazones rojos como pupilas.
-Gracias Yuki, será el mejor fin de semana romántico que me has dado – y se le guindo del cuello, donde el rubio le toco maniobrar con su vehículo para no chocar de frente con otro que venía por el camino contrario.
- ¡Shuichi! – le grito mientras el muchacho lo soltaba y sonreía para volver a mirar la costa con gran admiración.
Esto hizo que Yuki enmarcara una sonrisa, casi como una mueca.
Al estacionar frente a una gran casa de un solo piso, el pelirosa salió corriendo del auto y mientras se alejaba le grito:
-¡Voy a la playa, regreso en un minuto!
Yuki solo lo miro y suspiro, ya que lo vio alejarse con su alegría de niño pequeño siempre emocionado al ser su primera vez frente a ese gran inmenso mar. El solo tomo las maletas y mientras se dirigía a la entrada de la casa miro como Shuichi se había despojado de su franela y zapatos encontrándose estos tirados de manera descuidada en el camino hacia la playa; él dejo las maletas en la sala de la casa hecha de madera donde crujió el piso al sentir sus pasos tan seguros, salió y volvió con la franela y zapatos en sus manos del joven.
El muchacho había pasado todo el día caminando por la playa, ya se encontraba sumamente aburrido. “Si venía a trabajar ¿para que me trajo? Él dijo que sería un fin de semana para los dos, para estar solos, pero solo me he sentido yo ya que él no deja de trabajar” eran sus pensamientos mas íntimos, mientras sus pies eran cubiertos por las aguas de aquel mar que a la distancia ya no lucia sus tonos azules sino gris como los del cielo, que estaba cubierto por completo por nubes cargadas de lluvia.
No noto como la primeras gotas empezaban a caer sobre él mojando su pena, su desilusión. El primer sobresalto fue el gran relámpago que ilumino el cielo y luego con él el estruendo. Ya Shuichi se encontraba empapado de las grandes gotas de agua y se le erizo la piel al sentir aquella fuerte brisa que no lo dejaba caminar. Miro hacia atrás y no pudo divisar la casa ni podía volver con sus propias huellas, ya que había caminado a la orilla de la playa y el mar se las había llevado por completo.
Al ser golpeado por la brisa Shuichi se lleno de miedo ya que no sabía cómo haría para volver al lado de su amado Yuki, así sea recibido por esa fría mirada que tanto lo identifica y pero que él amaba tanto.
Ya comenzaba a preocuparse porque Shuichi se encontraba en las afueras de la casa y amenazaba con caer una gran tormenta. El lo noto al escuchar como las gotas de lluvia golpeaban con fuerza los cristales de las ventanas. Se asomo por una de ella y no pudo ver nada, la espesa lluvia hacia que se le dificultara la vista.
Camino de un lado a otro “¿Ese imbécil de Shuichi porque se fue?” pensó en voz alta, “después de que le pedí que no lo hiciera ¿Por qué no me hizo caso? Si la tormenta ya estaba amenazando por caer”.
Decidió salir y al abrir la puerta la fuerte brisa hizo que esta le golpeara el hombro y aunque le dolía no se quejo, siguió andando protegiéndose el rostro con la mano para ver si lograba divisar algo, pero nada, volvió entrar y con dificultad cerró la puerta. Miro su reloj, ya habían pasado más de 30 minutos desde que Shuichi se había ido y la tormenta cada vez era más fuerte. Volvió a mirar por la ventana, su corazón se encontraba sumamente angustiado, sensación que se había prohibido sentir hace mucho; no quiso recordar las razones solo quería centrar en que Shuichi no parecía.
Camino, volvió a salir, pero cada vez su angustia aumentaba, el solo pensar que le pasara algo y que él no estaba ahí para ayudarle hacia que una fuerte furia se adueñara de él, su cuerpo mojado con la lluvia, comenzó a tensarse y calentarse así que dio un puñetazo a una de las paredes, la cual se astillo al recibir el fuerte golpe lleno de frustración de Yuki, sus nudillos empezaron a sangrar pero no le importo sentir aquel calambre que se apodero de su brazo al darle con tanta fuerza a la pared, en ese momento su corazón se detuvo al escuchar cómo se abría la puerta y veía aquel muchacho pelirosa que era el dueño de su angustia; dio un paso hacia él como para amedrentarlo, pero al notar que Shuichi tenía la cabeza baja y que jadeaba cansado por el esfuerzo que había hecho para llegar hasta allá, enfrentándose aquella salvaje tormenta, hizo que solo corriera hasta él para ayudarlo a entrar y cerró la puerta.
Lo dejo por un segundo solo mientras que choreaba su cabello y ropa haciendo un gran charco a su alrededor, mientras su cuerpo temblaba de frio. Al volver trajo con él unas toallas, le coloco una en la cabeza y lo despojo de la ropa dejándolo completamente desnudo, luego lo cubrió con una bata de paño gruesa color blanca.
Lo ayudo a secarle el cabello.
-Te dije que no salieras – le reprocho mientras que el muchacho no hablaba – nunca haces caso, solo te llevas por impulsos.
Shuichi no dijo palabra estaba completamente mudo, solo mantenía la cabeza baja.
-Tenias que volver a la primera gota de lluvia que sintieras – seguía reclamando y al ver que no le respondían lo tomo por la barbilla y noto que lloraba - ¿Qué tienes Shuichi? ¿Qué te pasa?
En eso Shuichi comienza a llorar muy alto y lo abraza por la cintura.
-Yukiiiiii… - lloraba tan alta de que hasta Yuki sintió que no eran ecos que hacia la casa por su llanto – pensé… pensé que ya no me quería… que ya no te importaba…
-¿Que dices Shuichi?¿cuándo te he dicho eso?
-Yuki, tu me ignoraste… tu… solo trabajabas y me ignoraste… me dijiste que… que seriamos… solos tu y yo… pero me ignoraste… y … y solo trabajabas… y yo...
Se dio cuenta en ese momento al ver su portátil en la mesa que el muchacho tenía razón y que solo se había dedicado a trabajar desde que llegaron, era que… se había inspirado… esa playa lo inspiro… ese momento compartiendo con su amante lo inspiro.
Sonrió para sus adentros y lo abrazo.
No le dijo nada, solo lo tomo por la barbilla y entre sus sollozos lo beso, su beso fue intenso, si él mismo había pensado en tomarlo ese día, cuando noto la amenaza de lluvia había pensado en quedarse a su lado, hacerlo suyo, hacerle el amor mientras escuchaban las gotas caer sobre el techo de aquella playa.
Le quito la bata de baño que lo cubría, el muchacho solo se estremeció al encontrarse desnudo y que el frio de la ropa mojada de Yuki le transmitía. Su boca se apodero por completo de su cuello, dejándole marcar por donde pasaba su lengua.
Shuichi gimió al sentir como Yuki lo besaba, entonces el comenzó ayudarlo a despojarse de todo lo que tenia, que le impedía sentir su cuerpo, también desnudo.
Ambos fueron hasta la habitación, sin dejarse de tocar o besar. Ahí adentro Yuki empujo al chico y este cayó de espaldas chocando con el colchón y sobre unas sabanas completamente blancas y suaves.
Yuki se perdió entre las piernas del chico, tomo su miembro erecto que ni por el frio había evitado que la excitación lo levantara. Le paso la punta de la lengua por todo su largo saboreando por completo la dureza de su amante. Logro divisar como los ojos de Shuichi lo miraba extasiado, mientras él sin apartar sus ojos llenos de deseo se lo trago por completo, haciéndolo desaparecer por un momento, sonrió satisfecho al ver como el pelirosa cerraba los ojos al mismo tiempo que se le escapaba un gran gemido. Se levanto y sin dejar de acariciarle el miembro lo tomo por la nuca y le planto un beso con su boca lleno de su sabor. Volvió agacharse y esta vez le levanto las piernas dejándole la vista de su entrada más íntima donde él con su lengua la humedeció, haciendo que el chico se estremeciera. Introdujo uno de sus dedos para prepararlo a lo que vendría. Shuichi gimió al sentir como Yuki hacia que sus dedos entraran y salieran de él descubriendo como se llenaba de placer, desenado con locura que lo poseyera. Por un segundo el rubio sintió la necesidad de no aguantar más su deseo y se coloco entre las piernas de Shuichi, posando la punta de su miembro en el ano de su amante y lo miro a la cara admirando como este se encontraba lleno de deseo hacia él, así sin importarle el dolor que le causara por su intromisión; lo penetro hasta sentir que su gemido se convirtiera en un grito que cayó con un beso, haciendo que cada movimiento de su cadera el chico se estremeciera al sentirlo en su interior. Tomo el miembro de Shuichi con una de sus manos, mientras que sus embestidas eran más frecuentes y aceleradas, cuando sintió que llegaría al clímax susurrándole al oído lo mucho que lo deseaba y en ese preciso momento sintió como derrama su líquido en el interior de aquel que tanto quería, que tanto amaba.
Mientras reposaban en la cama, Shuichi sobre el pecho de Yuki, sintiendo como el tun tun del corazón que ya había bajado su ritmo acelerado, luego de haber tenido ese momento de placer compartido entre ambos, se le empañaba la mirada con lágrimas, Yuki le tomo el rostro entre sus manos y besos cada uno de sus parpados.
-No llores, no quiero que vuelas a pensar que ya no te quiero – le dijo mientras volvía a colocar su cabeza en el pecho y le acaricio el cabello rosa.
-Ay… Yuki – le dijo mientras se abrazaba más a él.
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Lindo muy lindo... este fue mi primera historia con personajes de un anime yaoi, siempre uso personajes originales, no se, a veces prefiero hacer el carácter de cada personaje y si lo tomo de alguna historia especifica siento que debo tomar parte de su carácter y de la misma historia, me siento como plagiando algo y no me gusta. Pero como ven, esta historia fue muy linda y aunque me costo un poco tomas la conducta de cada uno, creo que lo hice muy bien.
Me encanto mucho escribirla, aunque como casi todas las yaois que hice, solo fueron retos con especificaciones y esta debía tratarse de los personajes de Gravitation y la lluvia.
Muy linda en verdad.
Dejo unas lindas imágenes que me conseguí de estos dos chicos
Me encanta, esta es tan romántica
Muy hot
Suichi y Yuki
lindos
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