domingo, 29 de mayo de 2011

Luna Roja



Luna Roja


Esta noche extraño, el deseo que me provoca la sangre,

quisiera saborear la tibieza de ese hermoso líquido
que corre por dentro de tu piel,
ese que me da vida, me da eternidad.
Mirando esa luna roja, que solo me hace compañía,
aun recuerdo cuando tu sin preguntarme,
me arrebataste la única vida que conocía,
llena de luz, de alegrías, arrastrándome sin cesar a la eterna oscuridad,
en esa que has estado durante siglos,
llena de tristezas de todos aquellos que pierden la vida en tus brazos,
y que se han vuelto solo tu alimento.
Ahora espero que llegues,
y me liberes de estas cadenas que no me permiten ver más allá
de esa que ha sido mi compañera.
Escucho tus pasos que se acercan, siento el frio que te envuelve,
el frío de la noche por caminatas que haces para conseguir la vida eterna,
desgarrándosela a otros que sin saber la razón, van directo hasta tu trampa.
Cuando llegas a mi lado,
solo puedo notar esa mirada impasible que te diferencia del resto de los demás,
te arrodillas y me hacer beber de ti,
puedo sentir el olor de la sangre de tus victimas.
Y la única luz que entra en la habitación
son los reflejos rojos de aquella que estuvo a mi lado, mientras te esperaba.


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Bueno ya me debería a acostar ya, es sumamente tarde pero la luna me tiene encantada esta noche, entonces recordé un poema que escribí una vez que estando sola una noche la luz de luna se metió por las cortina y me asome a verla, recuerdo que era una luna enorme y casi le pude ver reflejos rojos, me fascino y me hizo recordar a esas criaturas tan fantásticas que rondan por las noche y que la luz de la luna los guía.


                    La luna en esta noche

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