martes, 5 de julio de 2011

Solo unas copias

Ya que trabajamos juntos, se que siempre me miras cuando paso por tu lado, meneo mas las caderas para hacerte provocar, un día miro que entras a la sala de copias, y yo me apresuro y entro tras de ti, no te das cuentas pero le he cerrado la puerta con llaves.
Veo que te pones nervioso, pues empiezas a mojarte los labios y a toser, yo te pido que me ayudes con unas copias, y tu muy gustos lo haces, hasta que te das cuenta que mis hojas estaban en blanco y solo fue una excusa para quedar sola contigo.
Me miras como si quieres comerme, devorarme de un solo mordisco, yo solo muerdo mi labio inferir y suspiro, te acercas poco a poco a mí y me tomas por la Cintura, me das un beso, que yo recibo gustosa pues yo también te observaba hace mucho tiempo, me provocaban tus labios, tu porte, tu cabello y tu olor…
Me pegas de la fotocopiadora y empiezas a acariciarme por sobre el uniforme del trabajo, la blusa tan ajustada que se pueden ver muy apretados mis senos, comienzas a tocarlos, los aprietas, te los metes a la boca y humedeces la tela, a mi solo se me escapan suspiros llenos de placer, me vuelves a besas, con mucha más pasión que antes, me abrazas con fuerzas que hasta puedo sentir tu miembro erecto. Tus manos bajan hasta mis caderas, las acaricias, luego lo haces con mis nalgas, me subes la falda hasta encontrar mi diminuta ropa interior, te empiezas a desesperar, pues como estamos en la oficina, alguien puede necesitar unas copias, mientras nosotros nos quitamos las ganas. Separas un poco mis piernas, pero antes me haces que humedezca tus dedos, los introduces en mi boca, en un manera tan sexual, los sacas y los vuelves a meter, luego de estar bien húmedos, los bajas y encuentras la entrada tan húmeda ya, donde comienzas a juguetear, con tus audaces dedos. Te desabrochas el pantalón, te lo bajas y te llega hasta las rodillas, te quitas el bóxer y a mi subes por completo la falda hasta la cintura. Me pegas a una de las paredes,  haces que me monte sobre ti, rodeando tus caderas,  tu tratas de maniobrar, hasta lograr penetrarme, así empiezas a subirme y bajar, que me hacías grita de placer, no te detenías ya que se escucharon voces al otro lado de puerta y así apresuraste mas el ritmo, me hicistes correrme uno y dos veces, ya que toda la situación era muy excitante,  al final cuando te toco a ti correrte, nos apresuramos a vestirnos, pues tuvimos que mentir diciendo que nos habíamos quedados encerrados y no podíamos abrir, así tu te fuiste a tu oficina y yo volví a mi escritorio, como si seguíamos siendo desconocidos que solo se observaban en silencio.


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