Siento ese calor, ese que siempre me quema cuando me toca.
-No vine a esto ¡Suéltame! – le dije y solo pude sentir su peso sobre mi, su olor, ese olor a tabaco y licor, siempre me embriagaba y eso que yo no tomaba nada de licor, pero lo que el tomaba era suficiente para los dos.
-¿A que viniste? – me dijo mientras sentía que apretaba con fuerzas mis muñecas y pegaba con furia su boca de mi cuello.
-Ahh… ¡dejaaa! – sentí sus dientes, sabe que me estremezco cada vez que los clava en mi.
-Ja… ¿eso quieres? – apretó mas su bulto al mío, sabía que estaba excitado, sabía que me gustaba, que enloquecía con sus labios… pero ya basta…¡Ya no más!
Trate de empujarlo pero él se pego mas, ahora rozaba y se movía, haciéndome gemir cada vez que su bulto rozaba con mi pantalón mi miembro erecto, excitado por el, por lo que me hacia.
-¡Dímelo! – dijo; yo no podía hablar, su boca tapo la mía por completo, cuando hacia eso era como si se la devorara… como si en verdad quería comérmela… no le creo, no puedo creerle… no puedo.
Me quitó la camisa de un jalón, rompiendo los botones, sentí como crujieron. Yo ya estaba sudado de tanto forcejar con él, no quería rendirme, no le permitiría volverme a usas como siempre lo hace, no mas…¡no más!
-¡¡¡NO QUIERO!!!
Miierda, tuve que hacer un gran esfuerzo para gritarle, y él solo se reía; esa estúpida risa burlona, la odio… lo odio.
-¡Quédate quieto! – lo mire con ojos asesinos, no quería y no entendía eso.
-¡No John! No quiero… ya basta…
Volvió a besarme y luego pasó su lengua, probando la piel de mi cara y bajo hasta mi pecho, abrió la boca tomo una de mis tetillas mordiéndolas.
-Agh…. Ahhhh…
Jadié... gemí… mientras seguía mordiéndome y besándome… quedaba sin fuerzas porque en el fondo me gustaba lo que hacía… pero no… ¡Ya no!... pero no podía, ya no tenia fuerzas; comencé a dejarlo, me agoto pelear con él; ya aun mas cuando su boca llego hasta mi pantalón y por encima de la tela, me mordió…
Me había soltado las manos, ahora yo le acariciaba la cabeza, el cabello… era suave, se lo había dejado largo… sabia que me encantaba enredar mis dedos es la suavidad tan negra de esa melena.
Subió la mirada y sus ojos se clavaron en los míos, aun tenía esa sonrisa que tanto odio; me provocaba… lo sentí tan seguro, sabía que me derretía por él… ¡lo odio!... pero lo amo y lo deseo con todas mis ganas.
Me quito el pantalón y el bóxer, estaba desnudo ante él que aun no se había quitado nada. Me tomo el miembro con una de sus manos mientras con la otra me acariciaba el pecho, pellizcando mis tetillas.
-Ahhh… sabes que me duelen…
Sonrió y lo volvió hacer pero más duro
-Agh… ¡John!
-Jajajaja…
Imbecil… si que soy imbécil, y él solo disfruta verme sufrir.
-Ahhhh…. Oh John… ohhh… - siempre era lo mismo, cada vez que me penetraba me dolía mucho… pero me gustaba…
-¿Te encanta, cierto?
Su voz sonaba en mi cabeza mientras me penetraba, mientras lo hacía con fuerza… más duro… más rápido… más rápido…
-Ahhhhh… Jonh….
Estaba sudado igual que yo, mi espalda pegada al colchón, ese que mil veces usamos juntos y que el ha usado con muchos.
-Te fascina… lo se…
-Ahg….Jonh… ahhhhh… - no dolía, solo sentía mi cuerpo repleto de su sudor y del mío, se detuvo de repente y ahora se recostó él sobre el colchón.
-Ahora hazlo tu… móntame como la perra que eres…
Jonh la tenía tan duro, tan gruesa… cuando me monto sobre él y entra, casi se me salen las lagrimas.
-Ahhh… ohhh…
-Ah… muévete perra…
Me tomo con fuerza de las caderas y me bajo, haciendo que su miembro entrara sin compasión en mi interior, me estremecí y hasta grite… Jonh era tan brusco… pero igual así yo seguía estando con él… así seguía buscándolo… no me importaba con quien estaba o salía, sabía que cuando yo llegaba Jonh quería hacerlo así… tan rudo… tan duro… solo yo lo dejaba, solo conmigo él podía ser asi…
-Oh… Zumi…
-Ay… ahhhhh… ay… siiii…
Me tomo el miembro con firmeza mientras yo subía y bajaba de su dureza.
-No dejare que te corras… no aun mi perra…
Se levanto y me beso, mordiéndome los labios, yo ya no sentía dolor, cada vez que entraba y salía… mi garganta estaba seca de tanto gemir y gritar, no tenía voz…
-Ohh… Zumi…
Cuando me nombraba me apretaba mas duro… ahhhh… no dejo de gemir…
-Ohh…Zumi…Ahhhh…AHHHH…
Sentí como me llenaba con su semen y yo casi pierdo la conciencia, porque quería acabar pero él me seguía apretando con fuerza que me dolía mucho, mis piernas temblaban… quería acabar y no me dejaba…
Era cruel… siempre lo era… y yo lo dejaba…
Me soltó en el momento que caí sobre él, cansado, agotado… casi desmayado y le llene el estomago, la mano…
Creo que perdí la conciencia o me dormí, no sé; lo único que recuerdo es sentir sus labios húmedos sobre los mío, pero ahora yo estaba solo, mire a todos lados y el sol ya había salido, la habitación está muy iluminada… y mi cabeza llena de todo lo que había pasada hace unas horas ahí… yo fui a pedirle que me dejara en paz y como siempre terminábamos haciéndolo, cada vez que estábamos solos era asi, delante de todos éramos solamente amigos… los mejores amigos, pero en la cama… en esa cama, éramos unos animales… él un lobo hambriento ¿y yo? Jaa… solo una perra… la que él se come cuando quiere.
muy bueno... te odio, antes yo escribía así de bien
ResponderEliminarJajajajaaaaa... seguro lo leistes por que decía lobo...
ResponderEliminarEste fue el último que escribí hace mas de un mes... estoy seca jejeejeee