viernes, 3 de junio de 2011

La despedida


La Despedida

Quisiera alcanzarte antes de que te vayas, no pude entender cuando te despediste de mi, las razones que tenias, solo mire, que aunque con lagrimas en tus ojos, igual tenias que marcharte.

Al acercarme a ti, solo espere que me rechazaras, ya que siendo los dos hombres, quizás ni te fijarías en mí, pero no fue así.

Te robaste mi atención esa tarde, mire como caminabas con tanta seguridad, explicando las razones de tu arte, retratos abstractos que a mi parecer, decían mucho más de lo que tú quieras expresar, yo solo era un chico que empezaba sus estudios de arte, buscando quizás a esa musa que me inspirara, no pensé que en tus bellos ojos azules conseguiría eso y más.  Cambio mi vida al conocerte esa tarde, todo fue tan rápido que no pude creer, tú me amabas igual que yo a ti. Mi vida alcanzaba el éxtasis a tu lado, era tu compañero, tu amigo, tu amante, para ti eso era suficiente; aunque notaba que había veces que la depresión llenaba ese hermoso rostro que me inspiraba tanto amor, yo sin sospechar que había algo que me alejaría de ti, y que perdería la belleza de esa vida que me habías mostrado.

Corrí con todas mis fuerzas, tratando de alcanzarte, antes de que cruzaras esa enorme puerta que nos separaría para siempre.
No sé cómo no logre divisar en tu mirada, esa que empezó a perder el brillo. Sentí que algo extraño pasaba a tu alrededor, ya que empezaste a ausentarte, pero luego llegabas y solo con tus fuertes abrazos y tus besos apasionados me hacías olvidar todo. Nunca te reclame nada, pues no quería que la armonía que existía entre ambos se rompiera, solo por mis dudas; eras mi primer novio, mi primer hombre, mi primer amante, yo sin experiencias y tú me enseñaste, fui tu alumno y tu mi maestro; solo quería ver sonrisas en esa boca que me daba tanto placer.

Ya mis piernas no podían mas, los músculos se me empezaron a tensar, corrí con todas mis fuerza “Espérame amor”, pensé mientras mi mirada empezaba a nublarse con las lagrimas que brotaron de mis ojos, al pensar que te irías y yo no llegaría a tiempo, para decirte por última vez que te amo con todas mis fuerzas.
Por fin divise al enorme edificio, donde seguro te encontraría, y tú esperando con ansias tu ida. Sin aliento pregunte a todos si sabían de ti, sin darme cuenta que estaba completamente desesperado y nadie podía entender lo que decía, solo una señora muy amable, que al mirarme trato de calmar a este chico que sentía que no volvería a probar el verdadero amor que tú le enseñaste. Ella me dijo que aun no era tarde, eso me hizo suspirar aliviado, ya que mis esfuerzos habían funcionado para llegar a ti a tiempo.
Mientras caminaba hasta donde te encontrabas. Quise limpiar todo los rastros de tristezas que tenía en mi rostro, para que tú no te sintieras culpable de dejarme, me arme de valor, para no volver a llorar al tenerte frente a mí, aunque sentía que me quedaría sin alma luego de perderte.

¿Como no lo note? ¿como no me di cuenta lo que te ocurría? habías bajado mucho de peso y tu animo no era el mismo, estabas tan decaído y tus excusas eran que tenias mucho trabajo, yo solo te abrazaba, para darte un poco de tranquilidad sin pensar que tú no podías estar tranquilo, con aquella carga  a tus espaldas, que cuando acabaría todo encontrarías la paz, esa que yo pensé que te daba con mis besos, con mi amor; que tonto fui, cómo no lo note, cómo no me di cuenta que tu sufrías y tratabas de tragarte ese sufrimiento para que yo, que te amaba con locura no me diera cuenta de lo que pasaba.
Cuando te mire, no eras ni la mitad del hombre alegre, lleno de entusiasmo que había conocido, no más de diez meses atrás. Al notar mi presencia, te sorprendiste, lo note en tu mirada, pero tu cuerpo cansado no pudo reincorporarse, solo con dificultad volteaste tu rostro para que no pudiera verte.
-¿Qué haces aquí? Vete por favor… – fue lo único que me dijiste.
Me dolieron en el alma esas palabras, pero no me importo, pues al pensar en todo lo que habías sufrido, para que yo no me enterara de tu enfermedad, ocultando tu dolor, tu tristeza, seguí caminando hacia a ti.
-No quiero que me veas así… – volviste a hablar, tu voz se apagaba al terminar la oración
-Te amo Kei… - y te tome la mano
Como ya no tenías fuerzas, no me la apartaste y solo vi como salían lagrimas de frustración de tus ojos, no me querías ahí, era obvio, pero yo necesitaba estar a tu lado en el momento en que yu existencia acabara, quería que fueran mis ojos los últimos que vieras, cuándo esa que quería arrebatarte de mi lado te dejara ciego, quería que fueran mis manos lo último que tocaras cuando tu cuerpo perdiera la tibieza y se volviera frio como el hielo.
-Kei… no me importa todo esto, solo sé que te amo – logre que mis lagrimas no salieran, para que no vieras lo que estaba sufriendo por su pronta partida – y aun luego de que te marches, no dejare de amarte, así que solo quiero que seas paciente porque sé que te encontrare al otro lado, cuando me toque dejar esta desdichada vida que tendré que afrontar sin tu amor.
Volteaste a verme, aun llorando y note un poco de brillo de aquel que siempre tenias, me acerque y te bese, recordando todo lo que esos labios me habían hecho sentir, todo el deseo, todo el amor, en ese momento te volví a sentir y sé que tu también lo sentiste, porque te dejaste besar; dejándome tu último aliento en ese instante.

Me espero, no se marcho antes de que yo llegara, para darle el ánimo que necesitaba para cuando dejara de existir, mis palabras calmaran por un momento su dolor.
Mis lagrimas brotaron sin cesar, a ver que él se alejaba, que dejaba ese cuerpo que me había llenado de placer; me recosté a su lado, y por un momento sentí que también me alejaba de mi cuerpo, la tristeza que sentía desapareció, ahora yo también yacía frio a su lado, con lagrimas secas en mis mejillas congeladas; Kei me ayudo a levantarme, me abrazo, volví a sentí su amor, sus ojos brillaban como nunca, estábamos juntos, habíamos cruzado la puerta donde las almas y los cuerpos se separan.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Me fascina, cada vez que la leo lloro mucho, cuando lo escribí me paso igual y no lograba controlarme. Esta historia es muy bella y no me gustan los finales tristes, trate de que este no lo fuera ya que toda la historia es tan dramática, saber que pierdes a la persona que tanto amas y que te ha dado tanto amor no es nada fácil.

Tengo muchas historias como esta que son cortas, tengo ganas de hacer una recopilación de todas y dejarlas en un solo tema, luego lo hago.

Con las historias largas, estoy viendo como hacer para publicarlas, pero primero estoy preparando un materia para saber la cantidad que tengo y a cuantas le falta el final, luego les mostrare.

2 comentarios:

  1. Que hermosos escritos aymii deberias de poner el del cafe amargo!

    PD: ame al perrito

    ResponderEliminar
  2. Gracias Silvi, siempre tan bella tu

    Y si, mi perrito es el guardián del blog XD

    Esta cuti

    ResponderEliminar