I - LA TRAICIÓN
Me dolia el brazo, la bala me rozo, no la tengo dentro, lo sé… muchas veces me he enfrentado a otros grupos, igual de peligroso que el donde pertenezco, ahora ellos son los que me persiguen, quieren matarme; el mismo clan en el cual soy miembro desde que nací, del que mi padre fue miembro y mi hermano también. Ahora huyo como un cobarde, ellos, mis compañeros quieren acabar conmigo… ya yo lo hice con uno de ellos, diría en otra circunstancia que era mi mejor amigo, Hiro, pero si yo no le disparaba él me mataba a mi primero, y nuestro lema es: “acabar con todo sin importar de quien se trate”, eso lo sabe mi hermano y lo supo mi padre antes de morir.
Corro a través de unas calles frías y solitarias… muy frías, me duele el brazo, pero no puedo detenerme por culpa de un dolor, debo seguir; odio la idea de huir… no entiendo cual es la razón de que quieran matarme, yo solo conocí a esta mujer y ahora todos me quieren muerto…
Pertenezco a un grupo organizado, protegemos a los más grandes empresarios de todo Japón, nos llaman mafia, nos llaman GURANTAI, los matones más respetados de toda esta zona; todos nos conocen y nadie puede contra nosotros, ni siquiera otro clan puede acabar con lo que somos, somos muchos, demasiados. Nacimos, crecimos para matar… ese es nuestro deber, lo hacemos por nuestro pueblo. Ahora no entiendo porque todos creen que he traicionado lo que soy y que seré… no huyo por cobarde, sino porque quiero encontrar a esa mujer, ella es la única que sabe que sucede… ¿Quién es? No tengo idea, solo pose mis ojos en ella y ya soy el enemigo.
Vuelvo a ese lugar donde la vi por primera vez, el mejor hotel, con el más grandes de los casinos de la ciudad. Reconozco a muchos de los que me siguen, en ellos se encuentra mi hermano menor Raiko. Miro a la mujer, está acompañada del jefe… pero no entiendo ¿Quién es?¿porque yo?¿por qué?
Uso mis habilidades y me escabullo dentro del sitio sin ser visto, en el Lobby habían varios hombre, usan traje negro igual que todos; no se ven las armas pero yo se que tienen porque se esconde la mano derecha en las chaquetas… ahí las tienes, siempre preparados para disparar a todo lo que se mueva.
Trate de limpiar la sangre de mi brazo y mi cara entrando en uno de los baños, al escuchar un ruido me escondí en uno de los privados, tengo suerte, era Raiko, estaba solo… el muy imbécil no es nada listo.
Abro con cuidado y lo miro, estaba distraído y aproveche.
Con gran rapidez le di un golpe con la culata de mi arma y antes de que reaccionara lo tomo del cuello y lo arrastro hasta el privado.
-Si hablas te mueres en este instante – le dije y él solo se bufo de lo que le dije
-Tú eres el muerto… traidor…
Esa palabra resonó en mi cabeza, recuerdo las miles de conversaciones con mi padre, cuando nos decía y recalcaba… “morir por traición es la peor para nuestra familia… porque no solo te matan a ti por traicionarlos, sino a todos por llevar la sangre de un traidor”.
-Sabes que no soy capaz ¿Quién dice que lo soy?
Se burlo, le apreté con más fuerza el cuello, si no fuera mi hermano lo hubiera matado en ese momento, igual que lo hice con Hiro, que era mi amigo… aunque estaba prohibió sentir o querer… ese fue mi error, esa mujer.
-Todos… el jefe quiere verte la cara antes de que mueras, la orden es llevarte ante él, no te quiere muerto, no aun.
Pensé por un momento, tenía que moverme con inteligencia, él era mi hermano pero también uno más y no me dejaría salir de ahí, por lo menos no vivo…
-Quiero ver al jefe… llévame tú mismo ante él…
II - La mafia dentro de la mafia
En aquella habitación, se sentía y podía oler mi muerte… mis ojos no lograba ver nada, desde que llegue me golpearon mucho. Recuerde las veces que yo mismo hacia eso, golpeaba hasta matar aquel que se lo merecía, aquel que no hablara… su sangre era gloria para nosotros, ahora es la mía la que quieren y aun así no se la razón.
-En verdad ni me interesa si eres o no eres culpable de lo que sucedió – esa voz, es la voz que da las órdenes, “EL JEFE”.
Ese lugar estaba ubicado en el sótano de esa gran lujoso hotel… ahí moría gente a diario y luego los limpiadores hacían su trabajo, no dejaban huella de lo que sucedía en ese sitio… el trabajo sucio lo hacíamos nosotros no importaba la sangre o los cuerpos, ellos se encargaban.
Escuche que se abría la enorme puerta hecha de hierro, y la voz de esa mujer hizo eco en mis oídos…
-El traidor… hmmm… que rápido lo encontraron, me lo imagine mas ágil – quería verla ¿Por qué me hacia aquello? Yo solo la quise… por lo menos pensé que la quería… y ella me paga con eso, aquí la traidora es ella, eso lo sé muy bien… y nunca dije nada…
-¡Todos salgan! –obedecieron aquel hombre, y quien no, si él es el que mandaba; y yo ahí, como una basura en el suelo, golpeado, desangrándome, esperando el último disparo, el que acabaría con mi vida.
No se cuanto tiempo paso, solo escuchaba murmullos y yo no lograba levantarme, me dolía todo. No logre escuchar de que hablaban en el momento en que oi un gran golpe, algo que caía como un saco de papas… era el jefe, estaba muerto… sus ojos sin expresión me miraban
¿Qué pasa?¿que sucede? No logro moverme, mi cuerpo se paralizó, tengo varios huesos rotos y eso no me ayuda, pero si la escucho a ella acercarse a mi, con pasos lentos.
-Lo siento Ryou, tu no eras el objetivo, era ese viejo imbécil, solo que…. Bueno, tú me ayudaste muy fácilmente a llegar hasta él – sentí que se acercaba a mi rostro y me dio un beso en los labios… un beso de traición, ahora sé que yo no era el traidor, era ella.
-¿Po…po…por qué?
-Es mejor que no lo sepas… aquí el jefe no es el que crees…
Aquello me hizo pensar el día en que murió mi padre, sus últimas palabras fueron: “aquí hay una mafia dentro de la mafia”, no lo entendí hasta ese instante que miré los ojos de esa mujer.
Pero ¿quién es ella? Siempre supe que ella pertenecía a otro clan, no al nuestro, no al mismo que yo…. Aika también era una gurantia, eso lo supe desde el principio… pero ¿de cuál mafia?¿de qué grupo?... ahí yo solo fui un objeto, algo que ella uso para hacer ¿Su trabajo?¿eso era?...
-Aquí comienza mi venganza… - luego de esas palabras lo acompaño un dolor tan insoportable, sentí que me ahogaba, no lograba respirar… apenas pude tocar con una de mis manos aquello que me lastimaba.
Solo me dio el olor de la pólvora que quemaba mi ropa y mi piel mientras la bala me atravesaba el pecho… era eso, ella me estaba matando, no le bastaba con traicionarme, hacer que todos pensaran que yo era un traidor, sino que ella misma acababa con mi mísera vida con sus propias manos… yo moría y ella seguía siendo la traidora.
Otra de mis historias, esta la hice para una Light Novel, para entrar a un concurso, pero por desgracia "mi compañera" plagio los diseños de un manga y nos descalificaron; si, yo nunca supe nada, pero como esta historia es 100% original mia, no copio de nadie, quizás tomo ideas, mas no me gusta copiar. Pero bueno, solo fue un mal rato lo que pase, igual esta es mi historia.
Como ven hoy también use una imagen de la Galería de Mafiosos de Licena Hill, me encanta esta y me paso igual a la otra me recordaron mucho a la historia por eso la puse.
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